Hoy tengo una imagen en mi cabeza.
Me vino ayer de noche en un sueño; una toma que se fijó en un primer plano: cabello
que era oscuro y supo ser gris y blanco. Suavecito. Bien suavecito. Su gesto de
barrer el pelo hacia atrás no participa hoy. Sólo la suavidad, que la sé, que la
siento, que no está.
Que no está, pero que es, a pesar del tiempo, de la distancia... gracias al sueño y a la memoria. Es.
ReplyDeleteGracias. Sí, sueños, memoria, escribir ayudan un poco a desvirtuar la realidad.
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