Después vinieron las nubes. El
antes, como el sol, ya no se ve. Tampoco se ven las nubes. Ahora sólo un color:
gris.
No miro el cielo para confirmar la
lluvia. Busco las gotas en la calle. El asfalto me lo va a decir todo. Lo sé.
Él nunca se aguanta los secretos y menos uno como este.
Las gotas son delatadas antes de sentirlas en la cabeza y hombros. En esas gotas, en todas, entiendo lo que
guardaba. Muchos.
Debió ser una hermosa mañana/tarde/noche de lluvia, muy inspiradora para la escritura manual, mi preferida, con estilográfica. Un Abrazo
ReplyDeletelovely lau...
ReplyDeleteLuis: Sí, fue una tarde hermosa. Estaba caminando a un cafecito tan lindo! Y en el camino escuché secretos. abrazotes.
ReplyDeleteYasmina: :o)